sábado, 31 de agosto de 2019

Opinión: Segregación Residencial (del programa La maroma estelar del canal 11)


Buena tarde, sean bienvenidos a la segunda publicación en EconoBlog.

Esperando sea de su agrado y podamos comentar un poco más acerca del tema segregación social.







El tema del programa es la segregación residencial, ésta es definida como “la ausencia o escasez relativa de mezcla socioeconómica en las subunidades territoriales de una ciudad” (CEPAL, 2001). La definición anterior nos esclarece lo que nos muestra el programa (La maroma estelar) en Guadalajara existe, una no mezcla de las personas que viven en la parte rica de la ciudad y por el otro lado las personas que viven en la parte pobre de la misma. 


El problema de lo antes mencionado es que se vive en ciudades donde es muy difícil la coexistencia entre ricos y pobres, tal parece que todo es razonable siempre y cuando éstos tipos de personas no se mezclen, lejos a quedado la visión de Diego Rivera cuando pinto “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central” donde plasmó un espacio de encuentro multiclasista, donde convivían y se mezclaban las diferentes clases sociales. 

Existe, sin embargo, un problema cuando el conductor asocia el termino pobreza y desigualdad. La desigualdad sin adjetivos no siempre es mala, el problema es cuando se le asocia con otros conceptos cargados de connotaciones morales como por ejemplo el concepto de pobreza. Algunos ejemplos de la desigualdad en términos no peyorativos son los siguientes: Luhmann sostiene que la desigualdad “es decisiva para la diferenciación evolutiva de las sociedades.” (Luhmann, 1998). Marx, pese a lo contrario que se piensa afirmaba que “¡De cada cual, según, según sus capacidades; a cada cual según sus necesidades!” (Marx, 1977). De lo anterior podemos inferir que Marx está pensando en una sociedad desigual.



Para finalizar, me parece que el problema no es la desigualdad, sino la mala distribución de la riqueza, que genera fenómenos como la segregación residencial, clasismos y la desigualdad (con adjetivo) económica excesiva.


México representa un país donde existe una desigualdad muy marcada entre la sociedad, donde en una parte se preocupan por tener para comer, para la educación de sus hijos, por los pésimos servicios que reciben y sin contar que mucha gente ni servicios tienen, siendo algo elemental para toda la gente, pero que el gobierno no puede brindar siendo su obligación y por otro lado se encuentra la sociedad más beneficiada que no conoce lo que es tener malos servicios, no conocen lo que es viajar en transporte público, etc.




Sabemos que la situación en México es difícil ya que  cuenta con la mitad de la población en pobreza y se ve que esto no se pueda revertir tan fácilmente, esto se debe a que una pequeña cantidad de personas son las que controlan y son dueños de las líneas de producción que existen en México, esto es fácil de explicar porque en una empresa se tiene a una persona que está en lo más alto del organigrama y viene haciendo el dueño, quien lógicamente concentra la mayor riqueza, ahora este tiene sus empleados quienes son muchos y quienes gana muy poco porque al ser un país que tiene mucha mano de obra barata, ellos con tal de tener un puesto que los solventa para poder vivir aceptaran el sueldo mal pagado por parte de la empresa y pasa así con cada empresa, pero ahora bien y ¿qué pasa donde no existen empresas que den trabajo? Pues pasa que existe una migración por la búsqueda de oportunidades de trabajo.



¿Y qué está haciendo el gobierno respecto a esta desigualdad que se vive en el país?  A mi punto de vista está haciendo lo mínimo que es subir el salario mínimo que a diferencia de otros países está muy por debajo y creo yo es lo más rescatable hasta ahora.

Bibliografía: 


CEPAL. (Agosto de 2001). Segregación residencial socioeconómica: ¿qué es?, ¿cómo se mide?, ¿qué está pasando?, ¿importa? Obtenido de Comisión Económica para América Latina y el Caribe: https://www.cepal.org/es/publicaciones/7149-segregacion-residencial-socioeconomica-que-es-como-se-mide-que-esta-pasando

Luhmann, N. (1998). Complejidad y modernidad: De la unidad a la diferencia. Madrid: Trotta.

Marx, k. (1977). Crítica del programa de Gotha. Moscú: Progreso. Obtenido de http://archivo.juventudes.org/textos/Karl%20Marx/Critica%20del%20programa%20de%20Gotha.pdf

domingo, 11 de agosto de 2019

Historia económica breve desde 1521-1801


Por algunos asuntos y fallos técnicos este trabajo no pudo ser subido a tiempo y forma, por su comprensión GRACIAS.


No se puede hablar de política económica desde la época de la conquista debido a que este termino no se acuña en México hasta posterior a la independencia, por lo cual se estudiaran los asuntos económicos que envolvían a este país desde el inicio de la conquista hasta 1801.

 Primer Periodo 1521-1650


La conquista de México Tenochtitlan.
La expedición de Cortés es la tercera que envía Diego de Velázquez gobernado de Cuba con fines de exploración y comercio. Tocan tierra en Yucatán. Encuentran a Aguilar, español que ha aprendido la lengua maya. En Campeche obsequian a cortes a la India Malí sí, que habla nahuatl y maya.
Funda Veracruz, Moctezuma le pide no continuar. Confunde a los emisarios con sus caballos y cañones. Cortes al avanzar hacia el interior, se da cuenta de las fuertes rivalidades entre los indígenas. Al llegar a Tlaxcala derrota a Xicotencatl y establece una alianza con los tlaxcaltecas.
Avanza por sola y protestando una posible emboscada realiza la matanza de Toluca. Llega a México, Moctezuma lo recibe y le entrega simbólicamente la ciudad, cortes hace que le muestran los libros de tributos y los mapas de la tierra. Llega a México un mensajero del resguardo de Cortés en Veracruz, le avisa de una expedición capitanea por Pánfilo Narváez con órdenes de aprehenderlo y regresarlo a Cuba.

Cortés hacer prisionero a Moctezuma, deja a Pedro de Alvarado a cargo de la ciudad, sorprende a Narváez y lo derrota. Alvarado permite una celebración religiosa e intenta despojar a los indígenas de sus joyas ceremoniales, desencadena la matanza del templo mayor, y de esta manera se realiza el levantamiento de los mexicas en Tenochtitlan.
Cortés regresa a México en medio de una rebelión de mexicas y se lamenta que estallara la rebelión. Los mexicas mantienen sitiados a los españoles que se han atrincherado en el palacio de Moctezuma. Cortés intenta apaciguar la rebelión utilizando a Moctezuma pero los tenochcas se sienten traicionados por su emperador y esto culmina en el asesinato de Moctezuma.
Los españoles son superados por los mexicas Cortés huye por medio de puentes portátiles, pierde mucha gente y casi todo el botín "es la derrota, la noche triste". Cortés se refugia en Tlaxcala durante el camino es atacado por grupos indígenas logra derrotar a algunos en Otumba. Los mexicas se dedican a reconstruir la ciudad no creen que los españoles regresen.
Estalla una peste de viruela en la ciudad, traída por un negro de la expedición de Narváez. Muere por la peste Cuitlahuac sucesor de Moctezuma.

La peste a diezmado a la población y los españoles vuelven sobre la ciudad, Cortés Corta los abastecimientos y establece alianzas entre los pueblos contra los mexicas. Al mismo tiempo que avanza el cerco de cortes, se suceden riñas internas entre la clase dominante, y son asesinados todos los príncipes y los hijos de Moctezuma. Cortés, fuertemente apertrechado arrasada la ciudad.
Los mexicas están desmoralizado, "donde están nuestros príncipes", "quién es el que nos inspira valor". Los tenochcas que aun quedan hacen base en Tlatelolco y se enfrentan a los españoles, hacen cautivos a algunos españoles y varios indígenas aliados de los mismos y los sacrifican frente al ejército de Cortés.
El hambre azota la ciudad, mientras que los españoles y sus aliados forman un numeroso ejército. Perece Tlatelolcatl uno de los últimos jefes mexicas, la rebelión comienza extinguirse. Capturar a Cuauhtemoc último emperador mexicas el día 13 de agosto de1521, con lo que el episodio de la conquista de México Tenochtitlan llega a su fin.

Etapa Ganadera


La introducción inicial de las diversas especies de ganados en cantidades reducidos por las dificultades de transporte se transformó en una fabulosa población animal. Los reales de minas utilizaron la ganadería como fuerza motriz, de carga y fuente básica de alimentación. Los mayores problemas suscitados por la ganadería derivaron de su progresivo aumento.
El ganado caballar fue el primero en hacerse presentes como cabalgadura. Algunos nobles y caciques indígenas alcanzaron el privilegio de poseer caballo, distinción que por ley se les restringió más tarde. La rápida multiplicación del ganado caballar redujo su precio y hasta los españoles y mestizos pobres dispusieron de caballo.

Las telas de abrigo exigidas por el clima y la costumbre europea, hicieron que el ganado lanar u ovino ocupara lugar destacado en la incipiente economía colonial interna, lo mismo que de ganado caprino, este último muy solicitado por la dieta de los peninsulares y conveniente por su adaptabilidad a tierras secas y quebradas. Los miembros del clero, cuyo vestuario también requería lana como materia prima, resultaron empeñosos propulsores de ganado ovino, fomentando la crianza del mismo.


El auge de la ganadería era palpable a mediados del siglo XVI en 1553 las estancias de Jilotepec tenían entre 20 y 30 mil cabezas de ganado menor. Dos años después, 1555 el Valle de Matalcingo 60 estancias sumaban más de 150 mil cabezas de ganado vacuno yeguas.
A partir de 1580 se empezó a observar una reducción apreciable en la multiplicación del ganado. No puede hablarse de una decadencia generalizada de la ganadería, sino más bien de un proceso natural de reajuste exigido por las condiciones del medio ya estabilizado en el XVII; reducción de pastos, uniformidad de las razas de ganado existentes, población consumidora limitada, legislación restrictiva que fijó límites a la estancia y número de animales. Todo orientándose a una nueva situación económica; ganadería y agricultura se van reuniendo en una forma de explotación más racional y utilitaria; la hacienda.

Etapa de Mineria

Conforme el tiempo avanzaba se fueron descubriendo las grandes minas de plata. Zacatecas, descubierta en 1546. se convirtió en la segunda ciudad más importante de la nueva España. En 1552, las minas y Pachuca empezaron a explotadores. En 1554, descubren las minas de la región del Norte. En 1564, comienzan a explotar se las minas de Guanajuato.
El minero se enfrentó a muchos problemas en el siglo XVII, la escasez de mano de obra indígena se resolvió tratando de equilibrar las demandas de los mineros con las necesidades de los pueblos de indios en 1631, se autorizó un repartimiento limitado al 4% de los varones indígenas de un pueblo mayores de 18 años para las minas; también se facilitó la obtención de negros esclavos; trató de atraerse a las minas trabajadores asalariados ofreciendo un jornal de cuatro reales diarios, superior al pagado por muchos agricultores. Sin embargo, la mano de obra faltó. En el siglo XVII, decae sensiblemente la producción de plata.

La industria textil
En la nueva España implicaba competencia para uno de los principales productos de Castilla. El virrey Enríquez trató de impulsar la exportación de lana novohispana a la península ibérica. Las necesidades de un consumo local hicieron qué los obrajes en que se elaborarán telas de lana, algodón, jergas, frazadas sombreros y aún algunos en que se labraba la seda. Se extendieron a los principales centros del virreinato.
El obraje resultaba una empresa cuestionable, la principal inversión era la mano de obra. Empleaban a personas condenadas por diversos delitos a la prestación de servicios forzosos; a los trabajadores contratados, trataban de retenerlas endeudándolos con el adelanto de salarios y pagos en especie que les daban a elevado precio.
Se conceden nuevas licencias para abrir obrajes advirtiendo que no se emplean indios, o, en los casos en que se permitía, se solicitaban condiciones de buen tratamiento. México, Puebla, Oaxaca y Valladolid. En 1599 estas ciudades, por ser cabezas de obispado, se facilitarían las visitas de autoridades civiles y eclesiásticas que velan por el buen tratamiento y libertad de los trabajadores.


La situación económica y social hasta 1750

De 1640 a 1740 transcurren el llamado siglo de la depresión económica, sin duda los menos conocidos del periodo colonial, no parecen ocurrir hechos importantes.
Nace la hacienda y peonaje; sé naturalista la compra de cargos públicos y se difunde la concepción de patrimonio de los mismos; se establece la potencia económica y política de las corporaciones: iglesia, comerciantes, hacendados; se arraiga el dominio de una minoría blanca sobre la gran masa de indios y castas.

En este siglo como en el anterior El factor más influyente en la formación de la nueva sociedad es el sector externo; la relación con la metrópoli que veía las colonias como inagotable fuente de recursos para sus competencias con las potencias del viejo mundo. De ahí que el comercio y la minería intervinieran tan poderosamente en la economía de la Nueva España. Como consecuencia el siglo de la depresión, será también el del recurso interno, la de la formación de una economía colonial que tratará de adecuar sus sistemas de producción y de intercambio a los requerimientos locales.
Hasta hace poco se aceptaba la tesis de que el XVII, fue de depresión económica general se afirmaba que el catastrófico derrumbe de la población indígena durante el XVI heredó al XVII una aguda escasez de mano de obra que afectó todas las actividades económicas.

Se descubrió la existencia de una aguda crisis comercial en el XVII, por la máxima actividad en el tráfico trasatlántico en el periodo que va de 1596-1620.
Durante ese periodo la nueva España ocupó El papel principal como exportador de materias primas y como importador de artículos europeos, pero a partir de 1620 esta situación cambió en forma radical.

La iglesia sufrió cambios profundos entre 1550 y 1630 perdió el fervor misionero de los años iniciales y cerró las puertas a las ideas renacentistas que en aquel tiempo algunos soñaban aplicar en la nueva España. La corona cedió a la iglesia el impuesto del diezmo.

Inestabilidad social y desajuste político.

Las grandes transformaciones administrativas, políticas, económicas y sociales que padece el país en esta época no producen estabilidad, ni el movimiento de 1810 es provocado principalmente por una revuelta popular que viera en él la vía para una solución de sus aflicciones sociales y políticas.
Desequilibrios de la sociedad novohispana ocasionados por el rapidísimo crecimiento económico y las reformas borbónicas que lo acompañaron.
En nueva España la división crecimiento de los años 1770-1800 produjo efectos desestabilizadores, rompió un lentisimo reacomodo económico social, como por que se dio en el seno de una sociedad extremadamente desigual. Una de sus consecuencias fue desplazar del polo del crecimiento económico y de la concentración de la riqueza del centro del país hacia el Bajío, el occidente y el norte.

Otra consecuencia, buscada por las reformas económicas de los Borbones, fue el fortalecimiento del sector externo de la colonia, con el fin de hacerlo más dependientes de la metrópoli.
Así, al mismo tiempo que las reformas económicas y de política fiscal tornaron a Nueva España más colonia que nunca, el efecto multiplicador que tuvieron estas reformas en la economía interna, destacó la certeza, por una parte, de que la metrópoli solo cuidaba de sus intereses y que éstos solían contraria los de la colonia; Y por otra, que nueva España era auto suficiente, que su desarrollo y potencialidades podrían ser mayores si prescindía de su atadura con España.
Si el auge económico fue casi general, el reparto de sus beneficios, al contrario, no fue nada equitativo, dada la tremenda desigualdad social existente. El malestar y las expectativas provocadas por este reparto desproporcionado se intensificaron, por causa de la política que adoptó la corona con determinados grupos. Ganó privilegios al grupo de mineros y dejando a los agricultores y empresarios criollos fuera de las grandes ganancias, no tenían acceso a las retribuciones sociales y políticas que se daban a los españoles.

Segundo Periodo 1660-1801

En el terreno económico debe anotarse, por un lado, la expansión de los rasgos señalados para la etapa anterior, y por otro, la consolidación de un mercado libre de trabajo desligado de las prácticas tributarias en beneficio de empresas agrícolas manejadas por individuos españoles o por corporaciones como los conventos o los colegios jesuitas que se hicieron grandes propietarios.
Los trabajadores, procedentes en su mayoría de los pueblos de indios, empezaron a ofrecer sus servicios a cambio de una paga. Los productos agrícolas entraron en circuitos de mercado amplios y competidos, igualmente ajenos a los esquemas tributarios derivados de la conquista Estos acontecimientos estuvieron ligados a la conformación final y a la proliferación de las haciendas. En su forma definitiva, las haciendas fueron una combinación de propiedad raíz, empresa agropecuaria y asentamiento fijo de población. 

A diferencia de sus predecesoras de etapas más tempranas, su rasgo esencial ya no fue tener trabajadores esclavos (aunque algunas de ellas los tuvieron) o estar asociadas a procesos de colonización, sino que dependieron de trabajadores libres y se entremezclaron con los pueblos de indios en las regiones centrales del país.
Los gobiernos implementaron lo que se denominó el llamado repartimiento de mercancías, que consistía en la venta forzada (y a precios inflados) de toda clase de productos entre los habitantes de los pueblos de indios. La práctica fue tolerada hasta cierto punto como una más de las cargas tributarias que sufrían los pueblos, y se le llegó a aceptar como el modo de remunerar a estos funcionarios (que prácticamente no recibían sueldo, o bien habían comprado el oficio).

Una nueva guerra con Inglaterra en 1739 tuvo consecuencias más directas en el terreno comercial, entre las cuales cabe destacar la paralización de las flotas hasta 1754. Lo más trascendental de este hecho fue que, a falta de flotas, el comercio se hizo de manera exitosa en barcos sueltos llamados navíos de registro, con los cuales se estableció un precedente que habría de servir, algunas décadas más tarde, para fundamentar la gradual liberación del tráfico mercantil. 
A partir de 1759 En el terreno económico también se dejaban ver, alternativamente, muestras tanto de integración como de falta de ella. Los insumos y los productos de la actividad minera cubrían circuitos amplios que abarcaban casi todo el país, las operaciones de crédito –sustentadas en libranzas, consignaciones, pagarés y otros instrumentos– se extendían de un extremo a otro, y las hipotecas que respaldaban la actividad agropecuaria enlazaban a los centros urbanos con todas las regiones. Distancia entre ricos y pobres (muy pocos los primeros, muchos los segundos). Estas diferencias socioeconómicas se hicieron más críticas a medida que la corona se alejó de su interés por mantener el principio de legitimidad basada en la justicia y se preocupó más por afirmar su poder y saciar su apetito fiscal. (García Martínez, 2008).

Desde los primeros años del siglo XVIII la corona española emprendió cambios en la manera de administrar sus vastas posesiones americanas. En la primera mitad del siglo las reformas fueron más bien tímidas, después se aplicaron innovaciones de gran vigor que comúnmente se conocen como “reformas borbónicas”. Tímidas y audaces, todas respondieron al deseo de la dinastía borbónica en España de retomar los hilos del poder en América –particularmente en Nueva España, la posesión más rica– iniciando así un proceso de modernización que duraría prácticamente todo el siglo.

Desde 1711 se venía haciendo notar a las autoridades metropolitanas que la renta de alcabalas (impuestos internos cobrados por el tránsito de una mercancía por un suelo alcabalatorio) proporcionaría más dinero si fuera administrada por un funcionario de la corona que si se arrendaba a alguna corporación (comerciantes o cabildos civiles). El problema era que, casi siempre, los virreyes decidían otorgar la renta a una corporación en lugar de que quedara en manos de la corona. Para el caso de las alcabalas, como para muchas otras rentas (casa de moneda, tributos, pólvora, tabaco, naipes, derecho de ensaye, bulas, pulque, etc.), la situación comienza a cambiar en 1732 con la incorporación a la corona de los cargos más importantes de la Casa de Moneda de la ciudad de México; esto significaba que los mismos dejaban de venderse al mejor postor. El proceso de centralización de rentas continuó durante casi todo el siglo; el ejemplo más importante de este proceso fue la incorporación de las alcabalas a la administración fiscal novohispana, un cambio que llevó varios años (1754-1776) y que se vio temporalmente suspendido por decisión del visitador Gálvez.

El proceso de centralización consistía en ya no “vender” por un monto fijo la función del cobro de impuestos a entidades particulares, lo que obligaba a la corona a asumir esa tarea y le brindaba la posibilidad de incrementar la recaudación y reducir gastos. Al visitador Gálvez no se le pidió únicamente un diagnóstico; también se le dieron amplios poderes para reformar todo lo que exigiera un cambio. Dos eran, sin embargo, las instrucciones principales: incrementar la riqueza del erario novohispano y prevenir abusos y dispendios para la mejor administración de las rentas. En atención a la primera tarea, el visitador consolidó el establecimiento del monopolio real de tabaco. Esto significaba que la corona se hacía cargo exclusivo de sembrar, procesar y vender el tabaco, principalmente en forma de cigarrillos que en Nueva España se consumían ampliamente, sobre todo entre las mujeres.

El periodo de esplendor económico más importante de la historia de Nueva España se inicia en la década de 1770, después de un lapso de estancamiento que, a juzgar por las estadísticas, había comenzado alrededor de 1750. El inicio de los años de prosperidad coincide con el mandato del virrey Antonio María de Bucareli (1771-1779). La bonanza se explica en parte importante por el aumento demográfico: entre 1742 y 1810 el número de habitantes en Nueva España pasó de 3.3 a 6.1millones de personas, un enorme incremento que se dio sobre todo en la población indígena. Ésta vivía predominantemente en las zonas rurales o en alrededor de 4682 localidades cuya población oscilaba entre 2000 y 3000 habitantes. Las principales medidas adoptadas fueron el establecimiento de cementerios, la prohibición de los entierros en las iglesias, la normativa sobre ropas usadas, el establecimiento de lazaretos, etc.

Los últimos años del decenio de 1770 son de profundos cambios. Por una parte, se le concede a Nueva España mayor libertad para realizar intercambios comerciales, aunque limitados a Perú y Nueva Granada. Por otro lado, en lo administrativo Gálvez asesta otro golpe a la autoridad del virrey con la creación de la Superintendencia de Real Hacienda, que le encarga a un antiguo colaborador suyo. Esta medida pretendía establecer un “dominio tecnócrata” que apoyara las necesidades financieras del gobierno metropolitano. Esto significaba separar la función de recaudación de impuestos y de asignación de recursos de manos del virrey y sus colaboradores, de manera que sólo continuaran siendo jueces, para entregarla al nuevo cuerpo de funcionarios –superintendente de hacienda e intendentes–. Este proyecto fracasó porque no fue bien diseñado y con el tiempo mostró múltiples vacíos legales para su ejecución. Sin embargo, una vez que se echó a andar, el nuevo esquema administrativo estuvo plagado de dificultades. Antes que nada, el segundo Revillagigedo, el más ilustrado de los virreyes de Carlos IV, defendía las intendencias, pero no estaba de acuerdo con que se le restara poder a su encargo. Esta concepción se impuso y después de 1789 las iniciativas de los intendentes debieron ser autorizadas por el mandatario virreinal. los fueron sobresalientes los resultados de este y otros componentes del plan reformista. Según los datos, entre 1765 y 1804 las rentas reales se multiplicaron por cuatro. Esto se explica por varios factores: un aumento en el número de impuestos (ya fueran ordinarios o extraordinarios), un incremento en las tasas de los impuestos, una mayor presión fiscal resultado de los cambios administrativos, y el crecimiento económico. Independientemente de la causa, fue enorme el impacto de esta extracción de recursos; de hecho, se calcula que los novohispanos pagaban 70% más impuestos per cápita que los habitantes de la metrópoli.

En el decenio de 1790 la carga fiscal sobre la población novohispana fue particularmente pesada. Y es que a la corona le resultaba ya políticamente imposible sacar dinero de los impuestos ordinarios. Así, con motivo de los conflictos bélicos en los que se vio inmiscuido el imperio español (la guerra contra los franceses en 1793 y el conflicto con Inglaterra en 1796), la corona debió solicitar préstamos y donativos. Éstos se diferenciaban de los impuestos tradicionales porque el monarca se comprometía a pagar réditos por tales aportaciones. (Jáuregui, Luis, 2008)


Bibliografia:
García Martínez, B. (2008). La época colonial hasta 1760. En Nueva historia mínima de México. México: El Colegio de México.
Jáuregui, Luis. (2008). Las Reformas Borbónicas. En Nueva historia miníma de México. México: El Colegio de México.